Por Omar Auton
He titulado de esta manera el presente trabajo porque creo que hay una disputa cultural pendiente, una disputa que constituye el nudo central, ya que de su resolución depende no solo el lugar que ocupe la Gesta de las Malvinas en nuestra historia sino su ubicación dentro de la lucha por la emancipación nacional que nuestra patria viene librando, como parte indisoluble de la Patria Grande, de la América Latina.
Predominan en la “intelligentsia” argentina dos vertientes, una que se inició inmediatamente a la rendición de Puerto Argentino del 14 de junio de 1982, que en forma sistemática y antinacional intentó sepultar la batalla de Malvinas bajo todas las formas, execró a Galtieri y compañía luego de haber acompañado servilmente a la dictadura a partir del 24 de marzo de 1976, incluyo en este grupo a los medios de comunicación escrita y oral , a los partidos tradicionales desde el radicalismo a la izquierda en su conjunto (que cambian de siglas y de mascaras pero no en su carácter antinacional y gorila), al aparato cultural dominante y sus programas educativos en los tres niveles.
A esto se le llamó “desmalvinización” y lo resumo de la siguiente manera “Es una locura haber enfrentado a Gran Bretaña, apoyada por EE.UU, con un ejército formado por chicos inexpertos, sin un equipamiento moderno y conducidos por un borracho. Los milicos solo buscaban retomar la iniciativa ante una sociedad en la que crecía el descontento. Además, eran los mismos milicos que llevaron a cabo la represión salvaje e inhumana que costó 30.000 desaparecidos y miles de muertos”.
La otra corriente, coincide con el diagnóstico en cuanto a los militares y a la “irresponsabilidad” del enfrentamiento armado, pero rescata la solidaridad de
América Latina y el Tercer Mundo en general y asume que se trató de un enfrentamiento con el colonialismo frente a los británicos, se conmueve frente a los “chicos de la guerra” y denuncia hechos, repudiables, por cierto, como los soldados estaqueados o la cobardía del Gral. Menéndez en su rendición, curiosamente el único oficial sobreseído por el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas en el juicio posterior a la guerra.
Frente a esta situación, frente a la gigantesca campaña de ocultamiento que incluyó el abandono absoluto a los heroicos soldados, suboficiales y oficiales que lucharon con un coraje y decisión que nos enorgullece, en su regreso a la patria, regreso que se hizo de noche y a escondidas, igual que con los granaderos de San Martín a su regreso a Buenos Aires luego de la Batalla de Ayacucho y la definitiva independencia de la corona española.
Parece que constituye una conducta inmutable de los sectores dominantes ocultar y negar a los hombres y mujeres que ponen su vida en juego para servir a la patria, frente a ello, Malvinas nunca desapareció del alma de nuestro pueblo.
Durante los años 1983 al 2000 no solo se produjo la campaña diseñada por el canciller de Alfonsín, Dante Caputo y que hemos descripto someramente al hablar de la desmalvinización, sino que con la llegada del menemismo al gobierno esto se profundizó llegándose al oprobio del envío de ositos Winnie Pooh, a los niños kelpers, pergeñado por el inefable canciller Guido Di Tella, como señal de acercamiento y amistad, los acuerdos de explotación conjunta petrolera sobre 20.000 Km. cuadrados adyacentes a Malvinas en 1995, consecuencia, entre otras de los Acuerdos de Madrid de 1990.
Asimismo, la privatización de YPF a manos de Repsol, empresa española cuyo principal paquete accionario pertenece a… British Petroleum y la concesión durante el gobierno de Mauricio Macri de licencias de exploración y explotación petrolera a empresas ligadas directa o indirectamente a la explotación ilegal británica en las cuencas Austral Marina y Malvinas Oeste (la primera ubicada en aguas de la provincia de Tierra del Fuego y la segunda en aguas de Santa Cruz) (1)
constituyen verdaderas concesiones a los intereses de la potencia colonial invasora.
Podemos resaltar como hechos positivos la sanción en el año 2012 de la ley 26.651 que establece la obligatoriedad del uso del mapa bicontinental argentino.
Imposible disimular algunas contradicciones actuales en el accionar de nuestro gobierno, donde por un lado se avanza con las concesiones a Equinor, firma noruega, es cierto, pero cuyo CEO Anne Drinkwater fue quien elaboró la hoja de ruta para la explotación petrolera a pedido del gobierno ilegal de Malvinas y la anglo-holandesa Shell (2), ya sé me dirán que el capital no tiene patria, pero no siempre es así.
Por otra parte se adoptan medidas claramente positivas como la Ley 27.558 que crea el Consejo Asesor Nacional Presidencial sobre Malvinas, la Ley 27.557 que demarca el límite exterior de la plataforma continental argentina y permite dar seguridad jurídica y defender nuestros intereses en el Atlántico Sur, la 27.564 que eleva sustantivamente los montos por la pesca ilegal, que no se actualizaban desde hacía décadas, mas allá de las acciones diplomáticas ante la UN, la CELAC, recientemente ante el parlamento europeo así como el lanzamiento el 19 de noviembre pasado de la Agenda Malvinas 40 Años, son esperanzadoras.
Las Raíces de un Conflicto. -
También cuando decimos que Malvinas es Presente, pretendemos contribuir a visualizar que estamos ante un conflicto mas amplio, mas profundo, que tiene profundas raíces históricas y que va a determinar el futuro de gran parte de nuestros derechos soberanos sobre Malvinas, Antártida y el Atlántico Sur y, me atrevería a decir de la Argentina.
Gran Bretaña tiene su mirada puesta en el Atlántico Sur desde hace mas de dos siglos, no se pueden separar en nuestro análisis las invasiones de 1806 y 1807, los bloqueos de 1845 y 1850, la intervención británica en la balcanización de América Latina y la creación del Uruguay como estado soberano, primero con los acuerdos de Sarratea con lord Strangford en 1811 y finalmente la traición de Rivadavia, una mas, que culmina con la Misión Ponsonby y el fusilamiento de Dorrego.
Durante años, incluso antes de la independencia, decenas de geógrafos, naturalistas, botánicos etc., recorrieron las costas de la Patagonia y de las islas, relevando sus características, sus riquezas y potencialidades, la invasión de 1833 fue un hito más.
Sería muy estúpido imaginar que los británicos se obstinan en conservar las Malvinas, un supuesto manojo de rocas, solo por orgullo colonial. Primero se supo de sus riquezas ictícolas e hidrocarburíferas, pero hay muchas mas una de ellas es la Antártida.
Argentina libró un conflicto muy duro entre 1939 y 1959 con Gran Bretaña por los territorios antárticos, incluyó acciones diplomáticas, envío de navíos y misiones militares e incluso choques armados, pocos argentinos conocen que “ en 1908 el gobierno británico emitió una Carta Patente en la que reclamaba para la corona todas las tierras comprendidas entre los meridianos 20° a 80° oeste, al sur del paralelo 50° de latitud sur, lo cual incluía además de la Antártida, las islas del Atlántico sur, Tierra del Fuego y el sur de Santa Cruz”…”En 1919 el parlamentario Leopold Amery presenta al Colonial Office un plan para incorporar a todo el continente antártico al imperio británico, plan que en 1926, desempeñándose Amery como secretario colonial se transformó en política de gobierno en la Conferencia Imperial”(3).
La continuidad de esta política se expresa en el informe realizado en el año 2007 por la Unión Europea “En donde podía apreciarse la base británica en las Islas Malvinas descrita como “very large” y tres fechas que salen de ella hacia la Patagonia, la Antártida y las islas Georgias y Sandwich del sur, como potenciales direcciones para una proyección de poder”, en ese documento Gran Bretaña ofrece sus bases militares en todo el mundo para la “seguridad y defensa” del bloque europeo en especial en el Atlántico sur (4).
En 2012 el Reino Unido le obsequió a la reina Isabel II 437.000 Km. cuadrados comprendidos en el territorio antártico argentino, pasando a llamar a ese territorio “Tierra de Isabel II”.
Si tenemos en cuenta que Antártida con sus 965.597 Km. cuadrados constituye un tercio de la superficie continental americana podríamos visualizar la importancia del debate, tengamos en cuenta que el tratado Antártico que se firmó en 1959 y congeló los reclamos de soberanía territorial, no impidió las acciones que hemos mencionado de Gran Bretaña, ni la fortificación de Malvinas incluyendo misiles de última generación aún a sabiendas que Argentina de ninguna manera imagina iniciar acciones militares.
Pero por si todo esto no fuera suficiente, no debemos olvidar que la nueva reconfiguración del conflicto global a llevado a EE.UU a una alianza con Gran Bretaña y Australia para enfrentar la expansión de China y Rusia. El Brexit ha disminuido el peso de Europa continental en el tablero de comando norteamericano y buscan asegurar el control del Atlántico, especialmente en Atlántico sur con la colaboración, también, de Nueva Zelanda.
EE.UU disputa con Rusia por el Ártico, con este tratado busca el control del Atlántico y con sus bases y el Japón del Pacífico. Sin embargo, no hay que olvidar que hay, por ahora un solo paso natural interoceánico, el estrecho de Ma
gallanes, ya que el canal de Panamá no es un paso natural y enfrenta serias dificultades para el paso de los grandes buques portacontainer, lo que ha llevado a que China intente un acuerdo con el gobierno de Nicaragua para construir un nuevo canal.
El lanzamiento por China de los acuerdos por la nueva Ruta de la Seda, el acuerdo de defensa común entre varios países de la ex Unión Soviética, la ASEAN +3 constituida recientemente por los países del sudeste asiático mas China, Japón y Corea, conmueven los tableros por el poder económico, militar y geopolítico de las grandes potencias, y debe incorporarse a la actualidad del tema Malvinas.
Algunas conclusiones. -
Debemos en principio concordar que Argentina tiene derechos soberanos sobre los territorios insulares del Atlántico Sur, aunque parezca de perogrullo, no debemos olvidar que el ex presidente Macri afirmó que sería un problema que aumentaría el déficit recuperarlas y muchos dirigentes de ese signo político, la nueva expresión de oligarquía antinacional, están dispuestos a renunciar a cualquier reclamo a cambio de “negocios”, al fin de cuentas la empresa Shell puso al ministro de energía de Cambiemos.
Al respecto no debemos ocultar que dentro del peronismo no hay una posición unánime de firmeza en la materia, bajo la consigna “el mundo ha cambiado y hay que ser pragmático” se esconde mucha claudicación y cobardía.
Por ello y si bien insisto que el actual gobierno ha dado pasos firmes en la materia, así como algunos verdaderamente contradictorios, es necesario encarar un trabajo militante muy fuerte, de esclarecimiento, de difusión e información, de diálogo entre todos los sectores interesados, muchas veces divididos por celos o pretensiones hegemónicas, el sentimiento malvinero no esta muerto en el pueblo debe revivir en el alma y el cerebro de la dirigencia.
Argentina no tiene destino sin la unidad de América Latina, ahí vive la auténtica Nación, continental e industrial, que soñaron nuestros padres de la patria, esa construcción esta en las manos de las nuevas generaciones y las Islas Malvinas, la Antártida e islas del Atlántico sur son parte irrenunciable de esa Patria Grande.
Bibliografía.-
1)En la Conmemoración del 40° aniversario de la recuperación transitoria de nuestras islas Malvinas y demas territorios del Atlántico Sur, necesitamos mas hechos y menos palabras”, Cesar González Trejo, Revista Escenarios, abril de 2022.-
2) Idem
3)La Pugna Antartica, Pablo Fontana, Guazuvira Ediciones, 2018
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