Por Omar Auton
Cuando hablamos con amigos, compañeros y militantes, siempre, luego de análisis, autocríticas, enojos, etc., aparece la frase “Si no somos capaces de ofrecer un camino, una propuesta, sobre temas concretos, un auténtico compromiso de iniciar un rumbo que nos incluya a todos y permita creer que podemos vivir una vida más normal, sin angustias cotidianas e incertidumbres, el peronismo se muere”, pero hay un notorio vacío de propuestas, nos cuesta decir “Este tema tiene que estar y yo creo que deberíamos decir esto”, nadie reclama que haya un iluminado o una vanguardia que presente un programa completo, al contrario, a la mayoría esa idea nos repele, hay un consenso que debe ser elaborado en forma colectiva, escuchando a todo el mundo y luego irlo trabajando de abajo hacia arriba.
La CGT es la única que se está haciendo cargo, de la resistencia contra las acciones antinacionales y hambreadoras del gobierno, convocando en defensa de las universidades públicas, reclamando acción y decisión a diputados y senadores (sumidos en un silencio, dispersión, falta de conducción y tacticismos oportunistas que preocupan) y al mismo tiempo presenta su “Agenda para un nuevo Contrato Social” para avanzar “Hacia una agenda de diálogo para una Argentina del Desarrollo, la Producción y el Trabajo” y en 17 puntos pone al debate los temas que considera estratégicos, ¿es un programa de gobierno?, ¿agota todos los temas a debatir?, ¿propone ideas absolutamente novedosas? ¡NO! Pero al menos nos propone una guía para discutir, profundizar, ampliar, federalizar y todos los verbos que quieran agregarles.
No voy a perder tiempo en rebatir los rezongos y observaciones de una dirigencia partidaria o de la “intelligentzia” orgánica, que se queja porque se parece a documentos anteriores (señal de coherencia), hay puntos que no están desarrollados (señal de prudencia), faltan temas (señal de humildad), bueno sería que ellos salieran de su debate interno mirándose el ombligo, flagelándose por los errores cometidos (por otros obviamente) o comenzando a dirimir lugares en las listas para las legislativas del 2025 y arrancaran, pidiendo disculpas por los horrores políticos cometidos y que son la causa que tengamos la restauración oligárquica que sufrimos, poniendo sus cargos partidarios a disposición de los afiliados, ejerciendo el rol de oposición que les corresponde a los que tienen cargos legislativos, gobernar con sentido peronista y argentino los que tienen responsabilidad de gobierno (en lugar de negociar apoyos legislativos por migajas que les permiten cuidar la quinta) y saliendo a caminar (no “bajar a”)los barrios, instituciones, organizaciones barriales, empresarias, de comerciantes, sindicales, comedores populares y escuchar a los argentinos, peronistas o no.
No estoy exento de autocríticas, las he venido haciendo todos estos años en decenas de plenarios, reuniones e incluso de las redes, en los lugares de trabajo de CABA, de la Pcia de Buenos Aires e incluso de otras provincias o regiones cuando me invitaron, con compañeras y compañeros, publiqué un libro solamente para dejar testimonio de lo dicho y sostenido a lo largo de los últimos 10 años, solo lo exhibo para sostener mi derecho a “cantar opinando” como decían Los Olimareños hace 50 años.
Ya he escrito acerca de mi opinión sobre la necesidad de construir un sistema democrático
participativo, una democracia social verdadera, de recuperar los partidos políticos como reales instrumentos de militancia, compromiso programático y doctrinario, terminando con la partidocracia mediocre, corrupta y preñada de resignación y posibilismo oportunista que nos llevó a esta catástrofe.
Ahora quiero hacerme y hacer algunas preguntas, para ver si podemos encontrar respuestas entre todos que, a su vez, sirvan para hacernos nuevas preguntas y así crecer en conjunto.
1) ¿No es hora de atrevernos a cambiar las actuales leyes de inversiones extranjeras, de entidades financieras y revisar nuestra pertenencia al Ciadi?
Me van a decir “No van a venir inversiones”, ¿acaso con estas leyes hemos recibido un aluvión de inversiones, en estos 40 años han venido a instalarse empresas, han ampliado y generado exportaciones industriales, han incorporado y desarrollado nuevas tecnologías, involucrando y demandando a nuestro sistema científico-técnico?, los bancos ¿han generado políticas crediticias para nuevos emprendimientos, pequeños emprendedores, vivienda y políticas exportadoras?
Acaso ¿no hemos resignado jurisdicción en favor de tribunales extranjeros o del Ciadi? El único resultado ha sido el sancionarnos cuando el Estado, obligado por la desinversión o liso y llano vaciamiento tuvo que acudir a hacerse cargo de un sector (AFJP, YPF, Aerolíneas Argentinas, AYSA)
2) ¿No es hora de una reforma tributaria integral? que grave la renta financiera, la transmisión gratuita de bienes y se base en impuestos directos y no indirectos y generales como ahora, hoy el Estado se financia con el IVA, que grava por igual a un representante del selecto grupo de multimillonarios que hacen el besamanos a Milei en Bariloche y a cada uno de nosotros cuando compramos un producto y el impuesto a las ganancias que pagan los trabajadores registrados y evaden los empresarios y comerciantes cuando no facturan o usan “contabilidades creativas”, ¿no deberíamos gravar las grandes fortunas, el parasitismo rentista de la especulación financiera, los sectores más concentrados y formadores de precios, las remisiones de utilidades de las empresas transnacionales, los depósitos de argentinos en el exterior, la opulencia extraterritorial de argentinos que viven en grandes mansiones en Punta del Este o Miami, y no pagan ya que tienen domicilio legal en el extranjero?.
Me van a decir “Los contadores van a encontrar la forma de evadir”, bueno, metamos presos a unos por evasión impositiva (como a Al Capone en EE.UU) y a otros por cómplices y junto con ellos a los “traders”, “brokers” y otros nombres que ayudan a evadir divisas a través de agencias de viajes, empresas fantasmas, importaciones fraudulentas y otras yerbas ¿hay que modificar las normativa legal vigente? Y bueno, el peronismo ¿no tiene abogados capaces de redactar estas reformas?
Van a seguir existiendo estos delincuentes pero al menos cada tanto, uno de ellos terminará en Sierra Chica u otro barrio privado (de libertad) y todo el resto de los ciudadanos que vivimos de un trabajo honesto no tendremos la sensación que los sinvergüenzas gozan de impunidad.
3) ¿No es hora de una reforma integral de los sistemas procesales?, que acorte los plazos, limite las discrecionalidades judiciales, muchos argentinos piden las reformas a los códigos de fondo, sin embargo la vulgarmente llamada “puerta giratoria” para la salida de los delincuentes se debe a los sistemas procesales y la discrecionalidad judicial. Hace falta una reforma, que todos los cargos judiciales sean por concurso, jubilación obligatoria y pago de impuestos como todo hijo de vecino.
4) ¿No hay que volver al apotegma que “Cada uno produzca al menos lo que consume”?, transformar la AUH en una asignación familiar más y universalizar las asignaciones familiares, los planes sociales deben tener la obligatoriedad de realizar algún trabajo, por ende tendrán una cuenta sueldo y cobrarán su salario como cualquier trabajador. Unificar la capacitación laboral y técnica, recuperar y multiplicar las escuelas industriales, asociarlas a las universidades, al desocupado que cobre un plan y es empleado mantenerle el mismo durante el primer año como parte de la remuneración que le corresponda (la otra parte la paga el empleador), urbanizar todos los barrios populares, abrir calles, asfalto, luz, gas y agua corriente, emplear a sus habitantes en esas obras. Fortalecer los comedores barriales, las vecinas o vecinos que trabajen en ellos deben ser registrados como trabajadores (y cobrar por ello) no es un “plan social” es un salario. Regularizar y reglamentar las cooperativas de acuerdo con la ley. Hay que asegurar que todos tengan DNI y su domicilio actualizado, he conocido casos en que lo han perdido y nunca lo fueron a sacar. Lo mismo con los extranjeros que habitan esos barrios, por un lado van a poder trabajar en blanco y por otro si hay delincuentes vinculados a delitos internacionales (narcotráfico) y se los detecta, se aplica la ley.
Hay que volcar toda la presencia del Estado, el narco lo reemplaza, da trabajo, subsidia a familias, en algunos casos hasta paga internet para el barrio, de nada sirven los allanamientos u operativos “para la tribuna” si seguimos permitiendo que generaciones enteras no accedan a la educación, al trabajo, si se usa al Estado para el clientelismo o se aplican políticas que siguen lanzando a miles de argentinos a la exclusión.
5) ¿No hace falta convocar a un gran congreso educativo?, reformar integralmente el sistema, colegios de doble turno, programas de estudio con contenidos obligatorios, reforma de los planes de formación docente y de la carrera de grado, retomar modelos de mérito y esfuerzo, terminando con el “y bueno, que pase de grado, o de año, que querés que haga”, formar a los docentes en el uso integral de la informática, no sirve distribuir notebooks solamente para buscar contenidos en wikipedia o usar el correo electrónico, limitación del uso de celulares en las aulas y uso del libro nuevamente (En Suecia, Francia y España, ya se trabaja en todo esto) la reforma debe llegar también al sistema universitario, autonomía no puede significar divorcio de los intereses y necesidades del país.
Hay un debate que nos debemos, estoy de acuerdo, lo he escrito en este mismo artículo, en la imperiosa necesidad de articular la educación y la salida laboral pero, cuidado, el rol de la educación no se puede limitar a formar gente de acuerdo con las necesidades del mercado, eso nos lleva a generar programas y contenidos que no atienden a la formación integral del alumnado, la historia, la geografía, la literatura o el arte no son contenidos aleatorios que acompañan, si se puede, la informática, estamos formando ciudadanos no un “proletariado técnico” al gusto de los empresarios.
Hay que recuperar un orden, un gobierno de la escuela, no me refiero a los alumnos, me refiero a los padres, bajo el discurso que “la familia participa de la educación” (que comparto pero cada uno en su ámbito) hoy los padres interpelan al docente por las calificaciones de sus hijos, por los contenidos, por las sanciones disciplinarias, si son exigentes porque “ el nene se estresa”, llaman al celular a los hijos en los recreos e incluso durante el horario de clase “para ver ¡que están haciendo!”, los padres deben ir a la escuela cuando la dirección los convoque y punto, el celular durante el horario de escuela debe permanecer apagado, salvo que el docente lo requiera para un trabajo, pero todo esto no puede quedar librado a la decisión de la dirección de la escuela, el Estado debe reglamentar claramente todo esto.
6) ¿Hasta cuándo vamos a seguir diciendo que hablar de la seguridad “es de derecha”?, ¿ignoramos acaso lo que le pasa a los trabajadores y trabajadoras cuando tienen que ir o volver del trabajo? ¿Ignoramos que en todos los barrios, cuando cae la noche, es necesario meterse adentro de la casa?, ¿ignoramos que los pibes cuando van a la escuela (en invierno es de noche, ¡otro disparate!) o cuando salen de ella, viven atemorizados porque los aprietan para robarles el celular o lo que tengan de valor?, ¿no vemos las rejas y puertas cerradas de los negocios?, de verdad ¿creemos que no es más que una sensación?
Ya sé que la exclusión y un nivel de pobreza que afecta a la mitad de la población son un caldo de cultivo para el delito, que muchos de los policías viven en las mismas barriadas que los delincuentes, que hay corrupción policial, pero ¿la respuesta es no hacer nada? Y avanzar día a día hacia la ley de la selva. No se va a arreglar esto en una gestión de gobierno, pero se debe poner en marcha un acuerdo político muy claro, sancionar las leyes que haga falta, reformar la formación policial y su esquema, hoy se celebra y se exhibe la brutalidad de ciertos “cuerpos” especializados en golpear jubilados, estudiantes o trabajadores cuando reclaman o jóvenes cuando van a un recital, pero brillan por su ausencia para asegurar la seguridad de la población y que pueda vivir tranquila, de la Justicia Social ya hemos hablado, vivir tranquilo es parte de ella.
7) ¿El derecho a la vivienda, a la propiedad, también es “de derecha”?, ha sido una de las banderas principales del peronismo, uno habla con la dirigencia y nos responden “los bancos no quieren saber nada con los créditos hipotecarios”, ¿entonces qué?, no hacemos nada, pese a que hay bancos oficiales. Es patético escuchar a dirigentes sostener “Se ha prolongado la adolescencia, hoy los chicos no quieren irse de la casa de los padres”, cuando el alquiler de un departamento de un ambiente se lleva más de la mitad del salario promedio, sin contar las expensas e impuestos, ¿cómo va a independizarse un joven?, ni hablar de comprarse una casita o departamento, ni siquiera en las zonas más alejadas del conurbano.
Mientras tanto se multiplican los emprendimientos de barrios cerrados, muchísimos de ellos evadiendo los pagos de luz, agua o gas, figurando como terrenos baldíos sin que el Estado haga las inspecciones y aplique las multas y recargos que corresponden, o aparecen barrios de lujo, cercanos al Río de La Plata o el Paraná, donde la mayor parte de las unidades están vacías porque se trata de operaciones que esconden lavado de dinero. En CABA, distrito donde hace más de 50 años no aumenta la población, alquilar o comprar es una utopía, sin embargo hay miles de departamentos vacíos y los diputados se pasaron todo el 2023 sin tratar una ley porque la prioridad del oficialismo era… ¡El juicio a la Corte Suprema de Justicia!
8) ¿No hay que articular el sistema productivo con el complejo estatal de ciencia y tecnología? En los organismos estatales como la Conea, la Conae, se han alcanzado desarrollos importantísimos, pero no hay un política destinada a articular el trabajo del INTI o el Conicet con los sectores productivos, no digo que no haya trabajos de suma importancia pero la vinculación esta librada a lo que haga un centro determinado o un investigador y no a un trabajo permanente del Ministerio o Secretaría de Ciencia y Tecnología con el Ministerio o Secretaría de Producción con las cámaras empresarias y los sindicatos para ver las demandas del sector, ganar en competitividad, ahorrar divisas por importaciones y aumentar las exportaciones. Todos los años se discute cuantos becarios ingresarán al Conicet, o que presupuesto habrá para proyectos, alguna vez habrá que establecer prioridades, ver cuáles son las necesidades del país, orientar los recursos en base a un plan anual, quinquenal o lo que sea, hacer un seguimiento de desarrollos y metas y, fundamentalmente tener una mirada prospectiva de los requerimientos que van a surgir o ya se puedan prever.
9) ¿No hay que federalizar la política del Ministerio o Secretaría de Cultura?, tenemos que decidir si por Cultura entendemos las propuestas y acciones de una minoría progre de la CABA o vamos a abrir la promoción de la música, las artes plásticas, la literatura, el cine, el teatro, al conjunto de la República Argentina, si vamos a seguir promoviendo productos basados en los problemas de minorías, de cierta clase media psicoanalizada, o malas copias del mainstream estadounidense o vamos a tratar de expresar el alma, la identidad, los sueños, las angustias, la creatividad y el talento del hombre y la mujer de La Puna, Cuyo, el sur profundo y el noreste, con su sincretismo con lo brasileño, por ejemplo.
Los medios de comunicación solo muestran a los autores y directores del AMBA, ¿cuantos espacios INCAA o cines Gaumont hay a lo largo y lo ancho de la Argentina, cuantos festivales de cine, teatro, fuera de Córdoba, CABA o Buenos Aires?, después de Leda Valladares ¿cuantos trabajos de investigación y recopilación de música folklórica o danza se han hecho en las provincias argentinas?
¿Hay una política federal de museos, una articulación real entre ellos y el sistema educativo, cuantos hallazgos y piezas valiosas duermen hace años en cajas por falta de una planificación presupuestaria adecuada?
10) ¿Vamos a seguir impulsando las políticas de equidad de género desde la mirada porteñocéntrica? ¿Estamos seguros que ciertos discursos confrontativos y cancelatorios son compartidos por los argentinos de todas las provincias? ¿Vamos a seguir sosteniendo que cuando las encuestas reflejan una visión diferente es simplemente porque los habitantes de ciertos centros urbanos son más “avanzados”, más “modernos” frente al “conservadurismo provinciano”, una nueva versión de “civilización o barbarie”?
Debo reconocer que la enumeración hecha no es fruto de mi reflexión profesional sino un intento de recordar las distintas cuestiones que aparecen cuando uno habla con amigos y amigas, con compañeros y compañeras, cuando ante la pregunta de por qué un sector importante de los trabajadores y los sectores más postergados que, históricamente, han acompañado fielmente al peronismo más allá de proscripciones o persecuciones se han alejado de sus expresiones orgánicas.
Deliberadamente no dedico un sólo renglón a revolver en la herida del fraccionalismo, sectarismo y soberbia de la dirigencia contemporánea, lo he hecho sin mezquinar detalles y ejemplos, pero creo que es hora de empezar a pensar en el futuro, de definir y actualizar ideas y propuestas, de recuperar el discurso político, ese que se da entre el emisor que trata en sus palabras de recoger o expresar las expectativas y demandas de quiénes lo escuchan y estos, en su devolución que “completa” y/o corrige al que está hablando y así se va construyendo, en ese ida y vuelta, democrático y colectivo la propuesta al conjunto de cuál es el camino y como transitarlo en el corto, mediano y largo plazo.
Seguramente vendrán, cuando haya cerrado este capítulo, a mi mente, otras cuestiones, otros temas, pero no hay problema, no tiene pretensión de “bajada de línea”, concepto que explica y define gran parte del divorcio entre la dirigencia de hoy y nuestro pueblo, sino simplemente hacer un alto, ordenar ideas y seguir adelante.